domingo, 18 de febrero de 2018

X-Men: Apocalipsis

El primer mutante del mundo, Apocalipsis, adorado como un dios en el antiguo Egipto, continúa vivo a día de hoy y sale al exterior después de decenas de siglos confinado hasta que una lamentable coincidencia en una expedición arqueológica le trae de nuevo a la vida y a nuestro tiempo.  

Malotes

 Apocalipsis, lejos de estar cansado de varios milenios de vida, no busca sino perpetuarla y, por añadidura, dominar nuestro tiempo como hizo en el pasado. Por eso, mientras intenta hacerse poco a poco con la situación y con todos los cambios habidos desde su salida del estrellato, va reclutando un puñado de mutantes con los que consolidar su poder, entre ellos una Tormenta con nuevo rostro y cierto mutante con querencia por el metal que se encuentra en un bajo momento personal. 

Buenos

Pero Apocalipsis no cuenta con el Profesor Xavier y su escuela encubierta de jóvenes mutantes: Júbilo, Jean Grey, Cíclope, Rondador... los clásicos de los clásicos X-Men, con el añadido de Mercurio... 

Todos


Es inevitable que el Profesor Xavier y sus chicos se vean enfrentándose al mítico Apocalipsis, al mutante primigenio que con el paso de los tiempos ha ido absorbiendo el poder de incontables congéneres y ha adquirido un poder propio más allá de toda comprensión. O, en otras palabras, un combate que no podrán ganar y que, si no ganan, llevarán a su fin al mundo tal y como lo conocemos.

Otra vez.

Pero...

La franquicia X-Men, antaño tan pujante no solo desde el punto de vista económico sino desde el atractivo para el aficionado en general, lleva un tiempo dando tumbos y alternando buenas películas (Primera Generación, Días del futuro pasado) con otras bastante mediocres (La decisión final, todas las de Lobezno menos Logan) que ha ido haciendo daño a su fama. No cuento a Deadpool, a pesar de que está vinculado también con este universo de mutantes. 


La era de Apocalpsis es uno de los hilos míticos de la Patrulla X de los tebeos de toda la vida (hilo que no he tenido todavía la ocasión de leer), pero en la pantalla no ha dado más que para una ensalada de peleas con gran movimiento de cámara y pirotecnia de efectos especiales. Ni siquiera el (indudable) carisma del Magneto de Michael Fassbender, ni la aparición juvenil de Jean Grey (Sophie Turner) hizo que fueran soportables las casi ¡dos horas y media! de metraje (esa es otra, cada vez son más largas). 

Fénix Oscura, cuidado


Una película que no me aporta gran cosa, más allá de las ganas de ver la futura Fénix Oscura, más que nada por el personaje y por la actriz.

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