miércoles, 4 de septiembre de 2024

Andor (T1)

 Rogue One fue una grata sorpresa en el universo de Star Wars, convirtiéndose con rapidez en una de mis películas favoritas, que considero mucho mejor que cualquiera de las películas que no corresponden a la trilogía original y casi al nivel del Episodio V.

Después de bastante tiempo, en Disney nos ofrecen una serie basada en el personaje de Cassian Andor, al que pudimos ver acompañando a la protagonista de Rogue One y que tiene el honor de ser, creo, el primer rebelde al que vemos matar a alguien de forma preventiva para proteger la conspiración. 

 

Hasta es cartel es bonito

Andor será esta serie en la que vamos a ver la evolución de esta persona, desde un personaje más o menos famoso de los bajos fondos galácticos hasta su inmersión, cada vez más profunda, en la Rebelión.

Estamos ante una serie adulta. Star Wars deja las fanfarrias, el colorido y el maniqueísmo de sus personajes para adentrarse en un recorrido más noir, más al estilo de las novelas y las películas de espías durante la Guerra Fría. La cosa es que, visto lo visto, el cambio le sienta muy bien.

Por fin vemos los entresijos de la conspiración en el planeta capital de Coruscant, los riesgos que asumen los conspiradores, los reclutadores y los reclutados, viviendo una doble vida que sería capaz de quebrar los riesgos del más curtido conspirador, mientras que la Oficina de Información imperial está detrás de todos aquellos que osan oponerse de pensamiento, palabra u obra al Emperador. 

 

Cumple el cupo y sobrevive

Son diez capítulos que se pasan en un suspiro. Tanto los que son más pausados y centrados en las tramas políticas y conspirativas como los que se centran más en la acción, los golpes de mano y los equipos de campo. Capítulos perfectamente ambientados en Coruscant y el resto de planetas, con grupos de personajes, capas sociales, droides y todo lo que es necesario para disfrutar de una buena historia de Star Wars.

Diego Luna, el actor que encarna a Cassian Andor, no es ni mucho menos lo mejor de la serie. Incluso, en ocasiones, tiene demasiada cara de palo. Pero esto lo equilibra, con creces, un enorme Stellan Skarsgard en la piel del conspirador Luthen Rael. Hay escenas que ponen la piel de gallina, sobre todo la forma en la que cambia su actitud e incluso su físico de ser él mismo a hacer el papel elegido de anticuario. Aunque quizá la escena que más se recordará es en la que Luthen desgrana a uno de sus colaboradores no voluntarios, uno a uno, los riesgos que corre y todo a lo que tiene que renunciar por el sueño de la libertad.

Como se recordará el tiempo que Andor pasa en la cárcel del Imperio, las medidas de seguridad, la inmensidad del megaedificio construido en un inhóspito planeta oceánico. Y en la cárcel brilla con luz propia Andy Serkis, desde el principio hasta su imponente "¡No sé nadar!", que sería hasta cómico en unas circunstancias diferentes. 

 

La rebelión no es amable

Genevieve O´Reilly nos presenta una convincente Mon Mothma, idealista senadora que todavía duda ante la necesidad de endurecer la Rebelión mientras camina en el filo de la navaja imperial, sin saber en quién puede confiar en su propia casa. Por su parte, Faye Marsay es Vel Sartha y nos sonará de Juego de tronos.

Pero, cuidado, que la perte imperial también tiene personajes para recordar. Sobre todo Kyle Solle, que encarna a Syril Karn y su implacable persecución de Cassian Andor, y Denise Gough, que es una sorprendente, ambiciosa e impredecible Dedra Meero (y que además ha sido la voz de Yennefer en la versión en inglés de The Witcher III: Wild Hunt)

De todas las series de Star Wars que he podido ver hasta ahora, sin duda Andor es la mejor. Ojalá se haga una segunda temporada que nos solucione los nudos argumentales del final de la T1 y enlace con Rogue One, porque si se hace bien, nos encontraremos ante una trilogía por derecho propio. 

Hoy cotiza a un muy buen 8,4 en imdb. Lo merece.