domingo, 15 de junio de 2025

La batalla de Creta

En apenas unos días de mayo de 1941, el ejército alemán conquistó la isla de Creta en el marco de sus operaciones en el Mediterráneo Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo, eliminar la molesta presencia británica, una vez que Grecia había sido conquistada en abril del mismo año, previamente a volcarse en la ambiciosa invasión de la Unión Soviética.

Fueron apenas diez o doce dias en las que los alemanes consiguiero su objetivo, si bien a cambio de cuantiosas bajas, similares en número a las infligidas a sus adversarios. Solo la captura de unos quince mil soldados británicos y griegos que no pudieron ser rescatados y los barcos de la Royal Navy que fueron hundidos y dañados durante las operaciones de rescate, decantaron la balanza con más claridad hacia el lado alemán.

Es cierto que los alemanes consiguieron sus objetivos y que la isla de Creta permaneció en sus manos, sin apenas problemas, hasta el mismo final de la guerra, pero no es menos cierto que, si he entendido bien el libro de Antony Beevor, los errores se sucedieron en ambos bandos y cualquiera pudo haber vencido si hubieran aprovechado las circunstancias.



Creta marcó un hito en la historia militar al ser el primer asalto en el que se utilizaban de forma exclusiva los paracaidistas (unos 4.500 efectivos se arrojaron sobre Creta), sin más apoyo de fuerzas terrestres, que irían llegando en los días siguientes a la invasión.

No obstante, el resultado estuvo lejos de ser el esperado y al retraso en la consecución de los objetivos marcados (principalmente el control de los aeródromos repartidos por la isla), hubo de sumarse que las tropas paracaidistas fueron casi destruidas. Por eso, Hitler decidió que esta primera vez también sería la última, y al parecer asi se lo comunicó al general Student.

El famoso historiador mlitar Antony Beevor escribió un libro breve (para sus estándares) en el año 2002. Describe como es habitual en él las operaciones con todo lujo de detalles, mezclando además la descripción de las operaciones con anédcotas personales. Pero el recuerdo que tengo de la lectura es una sensación de caos y de pérdida entre tanto nombre de protagonistas, tropas y lugares. El inicio lo llevé más o menos bien, pero a partir de la mitad se me hizo cuesta arriba e incluso me costó terminarlo.

A favor su (relativa) brevedad y que prácticamente desconocía todo de la campaña de Creta, salvo el tema de los paracaidistas.

Solo para verdaderos aficionados a la historia militar en general y a la Segunda Guerra Mundial en particular.

domingo, 1 de junio de 2025

Millie y Netflix lo intentan, pero...

El fenómeno Millie Bobby Brown estalló en 2016 a la par de fenómeno Stranger Things, el pelotazo que está próximo a terminar con una quinta temporada. La actriz tenía algo así como doce años cuando se vio en el centro de la acción.

Antes que Stranger Things se la pudo ver en alguna cosa, incluyendo capítulos de Modern Family o de Anatomía de Grey, según su ficha de imdb. Después, tanto ella (o su familia, que era una niña) como Netflix maniobraron para sacar provecho de su tirón.

Además de aparecer en la franquicia de Godzilla, la maquinaria de la productora se puso en marcha para darle papeles protagonistas, como el de Enola Holmes, la hermana pequeña del famoso investigador y cuyas dos películas son lo mejor que ha hecho en cuanto a valoración.

En 2024 se pone en la piel de Elodie, la chica que debe casarse con el príncipe de un reino que se ve continuamente bajo la sombra y la amenaza de un dragón. Era la película Damsel y en ella se intenta dar una vuelta de cuerda a los roles tradicionales de los cuentos de fantasía.



La película agarra todos los ingredientes clásicos: un príncipe, una princesa, un reino, un dragón, magia y fantasía. Esos ingredientes los pone en una coctelera y los recoloca para ver qué sale, con un resultado que, sin ser satisfactorio en su totalidad, es interesante hasta el punto de que la película se deja ver.

Salvo la protagonista, el resto de personajes (lo que incluye a la dragona, que es en realidad de lo que se trata) resulta no ser lo que parece en un principio. Todos, en mayor o menor medida, tienen una motivación oculta que es la que domina todo lo demás. Elodie, la joven prometida, es la única que se muestra tal y como es y se ve envuelta en una larga historia de venganza que va mucho más allá de ella misma.

La película está realizada para mayor lucimiento de la actriz y, aunque tengo que confesar que no soy un gran admirador de Millie, en esta película no está del todo mal y consigue mantener el tipo.

El resultado es una cinta que se deja ver con agrado, pero que cotiza a un magro 6,1 en imdb.

Netflix vuelve a intentarlo este año con Estado eléctrico. En esta ocasión hay un cambio de estrategia y al lado de Millie Bobby Brown tenemos a Chris Pratt con un papel significativo.

Nos encontramos en un futuro más o menos cercano, en el que la Humanidad ha llevado a cabo una guerra contra los robots humanoides y los ha arrinconado a una serie de reservas. Todos los androides están prohibidos, pero al mismo tiempo la gente está enganchada a un entorno de realidad virtual desarrollado por la empresa de la persona que logró los avances tecnológicos que llevaron a la victoria.

El personaje de Millie es Michelle, una chica que ha perdido a sus padres en la guerra y que desde entonces ha pasado por un rosario de hogares de acogida. Su hermano ha desaparecido, aunque al parecer no ha fallecido.



Chris Pratt es un buscavidas que se gana el pan contrabandeando con equipos que están prohibidos a pesar de ser en su mayoría inofensivos, y que se mueve con un gran camión y al que acompaña un robot.

El resultado final de esta coctelera resulta mucho más confuso que lo que consiguió Damsel. De hecho, me aburrió bastante y pasé una buena parte de la película con el piloto automático y el móvil en la mano.

La estética postapocalíptica y de decadencia está bastante bien representada, pero el conjunto desaprovecha una ocasión ideal para encontrar a unos espectadores que estamos deseosos de propuestas interesantes en cuanto a ciencia ficción o fantasía.

Estado eléctrico se queda en un paupérrimo 5,9 en imdb y quizá ponga en entredicho la capacidad de Millie de conseguir un verdadero pelotazo, sola o en compañía de otros como Chris Pratt, que tampoco parece pasar por su mejor momento.