jueves, 18 de agosto de 2011

Causa justa

Buscando descansar un poco la cabeza, me decidí a probar fortuna en las procelosas aguas del thriller jurídico. Aquí, el indiscutible maestro es John Grisham que, según afirma Wikipedia, ha vendido más de 250 millones de libros... ¡Los hay con suerte!

La verdad es que elegí el título completamente al azar. Vamos a ver, de Grisham conozco bastante gracias a las películas que adaptaron sus éxitos (La tapadera, Tiempo de matar, El informe pelícano, El jurado...) todas ellas que se dejan ver e incluso ponen un punto de suspense. Pero en esta ocasión cogí lo que tenía más a mano y esto fue Causa justa.

Bueno.... se deja leer. No es de las primeras novelas, ni mucho menos. Pero es bastante flojita. Parte de un supuesto bastante escabroso y espectacular que se desarrolla en las primeras páginas y a partir de ahí el protagonista, Michael Brock, ve la luz. Lo siento, no tengo una forma mejor de explicar por qué un prometedor abogado que gana cientos de miles de dólares en un prestigioso bufete y que tiene ante sí un futuro prometedor, de la noche a la mañana se dedica a defender a los sin hogar a cambio de poquita cosa. 

Digamos que el lector se desliza por la novela sin que ésta acabe de cuajar. Es un planteamiento bastante plano, sin sobresaltos (ni siquiera cuando se registra el piso o cuando se detiene a Michael Brock), pero no logra comunicar, no logra que nos identifiquemos ni con la historia ni con los personajes. 

Y así las algo más de cuatrocientas páginas, hasta un final "apoteósico" que se desarrolla en apenas treinta, con un poquito de ci-fi jurídica, porque lo que ocurre en el careo no tiene nombre.

Novela de consumo rápido para el veranito, perfectamente olvidable y que no pasa a la historia por su lucidez (casi como Dan Brown). Creo que le daremos un tres, más que nada por el prestigio del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario