miércoles, 9 de julio de 2014

Mad Men (T1)

Hace tiempo que me apetecía ver la primera temporada de Mad Men (ya van por la séptima, así que he tenido tiempo de pensarlo). Una serie de la que normalmente se oyen maravillas y gana multitud de premios, pero tambié una serie de la que se dice que nunca pasa nada.

Pues para no pasar nada...

Donald Draper, el triunfador farsante
Nueva York, principios de los sesenta del siglo pasado. La serie se ubica en los prolegómenos de las elecciones estadounidenses entre Tricky Dick Nixon y John F. Kennedy. Los protagonistas, los creativos de una agencia de publicidad de la gran manzana, Sterling & Cooper encabezados por Donald Draper (John Hamm). Además de la dulce Betty Draper (January Jones), tenemos a la espabilada Peggy, la voluptuosa Joan o el trepa de Peter Campbell, junto con un elenco de secundarios muy interesante.

La dulce señora Draper (también Emma Frost en X-Men)


Personajes desarrollados, roles fieles a la época (la mujer, en casa las que más y secretarias las que menos; el hombre, cuanto más triunfador, mejor), infidelidades (masculinas, por supuesto), fuman, beben...

Y entre medias pasan cosas. Aunque de baja intensidad: no hay fuegos artificiales, tiros, efectos especiales, CGI... 

Mad Men es una serie para saborear, para introducirse en esa década de optimismo en que los Estados Unidos eran los guardianes del mundo libre, en que el fantasma de Vietnam no había aparecido todavía y en que se miraba con ilusión al cielo, pensando que la Humanidad conquistaría poco a poco el espacio. 

Joan, porque ella lo vale

Una década de consumismo, aposentado en un crecimiento económico sin precedentes. Los fabricantes de los productos necesitaban diferenciarse de sus competidores, atraer la atención del público y aumentar las ventas. Era el terreno abonado para unas pocas mentes brillantes que se ganaban el sustento diseñando las campañas más variopintas.

No obstante, hay una cierta amargura. Una cierta falsedad en toda esa fachada. Los triunfadores son también miserables, por algún motivo u otro. Los perdedores son aún más miserables en la intimidad, porque ansían lo que no podrán llegar a tener. Y en cabeza de todos ellos, Donald Draper, cuya vida es una farsa.

Peggy, no es que sea guapa, pero tiene cerebro


He leído alguna crítica de Mad Men según la perspectiva actual. Machista, dicen. Hoy lo sería, pero en aquella época no. Y pienso que es un error juzgar el ayer bajo el prisma del hoy. Afortunadamente, hemos progresado bastante.

A la espera de ver la segunda temporada, hasta ahora es una serie de sobresaliente. Una de las mejores que haya visto nunca. Creo que la última vez que dije algo parecido fue sobre Homeland, y luego se desinfló; veremos lo que aguantan estos publicistas.

Pete, el amargado perdedor

2 comentarios:

  1. Christina Hendricks, la actriz que interpreta a Joan, también aparece en Firefly, una de las mejores series de Ci-fi, injustamente tratada y cancelada durante su primera temporada. Sin embargo es muy recomendable.
    Mad men la tengo pendiente.

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  2. No lo sabía. Firefly todavía no la he podido ver, pero no tardará en caer...

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