lunes, 22 de septiembre de 2014

Hoy he venido a hablar de mi sobri

Otra cosa no, pero en mi familia hay talento a carretadas. De hecho, el talento lo exportamos.

Es evidente en mi caso, a las pruebas y a las casi trescientas entradas de esta bitácora me remito. Es evidente también en mi hermano, auténtico hombre del Renacimiento que lo mismo te fabrica un sextante que recrea en 3D las fantabulosas ilustraciones de Escher, maestro del hiperrealismo y de la geometría imposible o cuenta hilarantes historias inventadas.

Mi sobrina, María, la mayor de los tres churumbeles de mi hermano, ha cumplido ya veintiún años. Parece que fue ayer cuando casi cabía en la palma de mi mano; o cuando se podía bañar en el barreño de aclarar las lechugas; o cuando estaba malita y se quejaba de que le dolían los bazos y las penas en la cama de su abuelita.

Aquella niña adorable creció. Y fue cada vez menos adorable y más... arisca, diría yo. Sí, arisca es la palabra. Con un gusto al vestir cuando menos cuestionable, cosplayer (sí, amigos, he tenido que buscar esto en el puto internet) aficionada a los videojuegos, a los cómics (supongo, pero no me he atrevido a preguntar que también al anime y al manga) y a no sé cuántas frikadas más. Luego, con todo su morro, le dirá a mi madre que el friki soy yo, y ya la tengo yo liada la próxima vez que vaya a comer de gratis...

Pues esa cada vez menos adorable niña y más arisca muchacha, tiene un talento para el dibujo que... Ya mi hermano se llevó todo el talento dibujeril para sí (lo demás me lo quedé yo, así que tampoco me voy a quejar). Todavía recuerdo cómo, siendo yo apenas un adolescente, copió en un par de trazos el caballo de La batalla de Mühlberg, de Tiziano. Y yo ahí delante, como un gilipollas, dibujando a las personas como si fueran alambres... 

Esto es lo máximo a lo que yo puedo llegar... y con esfuerzo


Creo que no me ciega el cariño, pero es probable que necesitéis alguna muestra. Acordaros de cerrar las bocas para que no os entren moscas, cuando hayáis llegado al final de esta entrada.

Y, si alguno de vosotros necesita una ilustradora para una portada, un cuento, postales, lo que haga falta... no os olvidéis de ella. Su talento mercenario embellecerá cualquier cosa que se os ocurra.


Apunte del natural, acuarela.


Illustración para un cuento


Tinta

Retrato, a lápiz
Caricatura, a lápiz


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