sábado, 19 de octubre de 2019

Las estrellas mi destino

Las estrellas mi destino, un clásico de la ciencia ficción escrito por Alfred bester en 1955 con el título original de ¡Tigre!, ¡Tigre!

Es la historia de Gulliver Foyle, que comienza metido en un armario en una nave espacial completamente destrozada, esperando que el destino inexorable le alcance y muera de hambre, sed o asfixia. Durante su agonía, la nave Vorga pasa a escasa distancia del cascarón vacío de Foyle, pero pasa de largo y le deja abandonado a su suerte. Foyle declarará entonces sus deseos de venganza y la Vorga, de manera inocente o premeditada, habrá despertado a un tigre. 


Tras sobrevivir de forma inesperada, Foyle se dedicará en cuerpo y alma a su venganza. Se someterá a operaciones que le convertirán en un cyborg, mitad humano y mitad máquina, desarrollando hasta límites insospechados su capacidad física y convirtiéndose en un temible guerrero. 

Al mismo tiempo se verá envuelto en una persecución por parte de adinerados adversarios, pues parece que dispone de algún secreto escondido que cotiza alto en el mercado de los secretos. 

Y, mientras tanto, practica el jaunteo. La teleportación a cualquier punto por distante que esté, siempre que lo conozcas y sepas su ubicación. Potencialmente todos los seres humanos son capaces de jauntear, muchos de ellos solo bajo una asfixiante presión psicológica, pero que también puede educarse y entrenarse para hacerse a voluntad. ¿El nombre? En honor a Jaunte, un oscuro personaje que fue el primero en hacerlo al verse envuelto en un incendio. 



¿Y qué más cosas originales tiene esta novela? Pues la presencia de una sustancia altamente explosiva, que se activa con el pensamiento y es capaz de producir terribles destrozos en una gran distancia alrededor del epicentro. Un arma terrible en las manos equivocadas que forma un binomio terrorífico. 

Mira tú por donde, que la Vorga y esta terrible sustancia están relacionadas entre sí, por lo que Foyle deberá replantearse su venganza frente a los culpables de su abandono. Y lo hará de una forma del todo original y bastante maquiavélica. 

¿Dónde está el tigre en toda esta historia? Cuando Foyle visita un asteroide donde vive una secta de científicos, estos le hacen un tatuaje de un tigre en la cara, muy llamativo. Buscando el anonimato se someterá a una cirugía que borrará los trazos, pero el tatuaje siempre quedará como una sombra que reaparecerá en los momentos de furia, que Foyle tiene muchos porque no controla bien sus emociones, como un negativo de la imagen original. 

Alfred Bester


El librito, porque es bastane corto para lo que se estila hoy, está bastante bien. Un clásico de la ciencia ficción que cualquier aficionado debería leer, antes o después.

1 comentario:

  1. Uf, cómo me gustaría tenerla en papel. A ver si un día la encuentro en las librerías de viejo.

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