domingo, 19 de abril de 2020

Vengadores: Endgame

Final apoteósico de la Fase 3 del Universo Cinematográfico Marvel, más allá de su calidad cinematográfica, que puede ser o no discutible, Vengadores:Endgame es una muestra de buen hacer en cuanto a planificación. Demostró que Marvel venía haciendo las cosas con una planificación de años, desde la primera que fue Iron Man en 2008. 

11 años.
23 películas
Más de 2.200 millones de presupuesto conjunto
Más de 13.500 millones de recaudación conjunta.



Vengadores: Endgame es la película más taquillera de la historia y la más larga del Universo Cinematográfico Marvel. 3 horas y 1 minuto de metraje. Las cifras son apabullantes y demuestran un negocio redondo. 

La película retoma la historia donde la dejaron sus predecesoras Vengadores: Infinity Wars y Capitana Marvel.  Thanos ha vencido, ha chasqueado los dedos y el 50% de los seres vivos han desaparecido del universo, como si nunca hubieran existido. 

La vuelta a la nueva normalidad está siendo complicada. Algunos de nuestros héroes favoritos lo están pasando realmente mal. Ojo de Halcón y Thor han llegado a un valle, por distintas razones, y les está costando remontar; la verdad es que ni siquiera lo intentan. El Capitán América, el eterno optimista, no solo trabaja día a día para sobrellevar la desgracia, sino que intenta hacer más llevadera la situación a los demás; líder hasta el final. Tony Stark se da de bruces con la realidad y asume que han perdido; al menos él es afortunado y tanto su mujer como su hija no forman parte del 50% de desaparecidos. Bruce Banner está al fin en paz consigo mismo viviendo como Profesor Hulk. 

Las cosas saltan por los aires con el sonido de una máquina de feria dentro de una furgoneta abandonada. De la parte trasera sale Ant-Man, desaparecido hace diez años. Las noticias que trae del Universo Cuántico encienden la chispa de la esperanza que, poco a poco, se convertirá en un fuego abrasador e incontrolable, mientras los héroes más poderosos de la Tierra viajan por el tiempo para hacerse con todas las Gemas del Infinito antes de que lo haga Thanos... 



Ya tenemos lío, pero Thanos es mucho Titán Loco, descubre el plan y se anticipa a ello. En una batalla épica con momentos que ponen los pelos de punta a los fans, la victoria y la derrota penden de un hilo y, a pesar de la poderosa presencia de la Capitana Marvel, la vuelta de los héroes desaparecidos al combate y tal, Thanos vuelve a inclinar la balanza a su favor. Incluso después de tener que comernos un momento de empoderamiento femenino cuando el pobre Spider-Man recibe la ayuda de varias superheroínas en una escena que parece metida con calzador debido a los nuevos tiempos.

El escudo del Capitán, símbolo de la esperanza, se quiebra. Pero la lucha continúa, porque es lo que hacen los héroes. Y Steve Rogers, apaleado como nunca, vuelve a levantarse. Estaría así todo el día. Y tras su ejemplo van el resto. 
 
¡Soy inevitable!, afirma el Titán Loco con una aterradora frialdad, mientras chasquea los dedos, pero.... 

Tony Stark ha muerto, pero ha salvado el Universo. ¡Yo soy Iron Man!

Subidón de adrenalina para los aficionados. Un final al nivel de las expectativas e incertidumbre ante el futuro, cuando muchos de los héroes que nos han acompañado en este tiempo cambien de rostro o incluso desaparezcan de este nuevo Universo Cinematográfico Marvel que se va a construir de las cenizas de Vengadores: Endgame.

De todos los finales, el que más me ha gustado, el más digno, es el de Steve Rogers. Por fin ha podido vivir una vida como le hubiera gustado a un chico de Brooklyn. Encantador. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario