lunes, 2 de noviembre de 2015

El juego de Ender

Andrew "Ender" Wiggin es la última esperanza de la Humanidad. Hace años que se consiguió repeler la invasión de una raza alienígena conocida como "los insectores" por su apariencia de... insectos. Una victoria que costó la vida de muchos.

Hoy, la Humanidad se prepara para llevar la guerra al planeta de sus enemigos. Por eso se ha llevado a cabo una cuidadosa selección genética cuyo fin es crear al héroe de la Humanidad, a su general. Por eso, la familia Wiggin ha conseguido permiso para tener un tercer hijo en lugar de dos. Porque el hermano mayor de Ender era demasiado violento. Y su hermana, demasiado débil. Todos esperan que Ender sea el justo término medio. 



Sin embargo, su camino hacia el liderazgo no será fácil. Primero tendrá que destacar en la Escuela de Batalla, y luego deberá demostrar sus capacidades en elaborados juegos de guerra, diseñados para reaccionar como lo harían los enemigos.

Al final, Ender descubrirá que aquellos juegos de guerra están demasiado lejos de ser un juego...

Leí la novela El juego de Ender hace ya muchos años y es hasta ahora la única novela de Orson Scott Card que leído. La edición era una de esas que de vez en cuando acompañan a los periódicos, y recuerdo que todavía vivía en Madrid. No me llamó mucho la atención y no recuerdo gran cosa aparte de que el final no me lo esperaba y que me pareció un poco confusa. Ni de lejos diría que era una referencia de la ciencia ficción como muchos dicen por ahí, pero para gustos, colores.

Hace unas pocas semanas vi la película yhe de decir que me ha gustado mucho más que el libro. Me ha parecido mucho mejor la forma en que se muestran las diferentes personalidades de los protagonistas y empatizo mucho más con Ender, sus dudas y cómo carga con un peso demasiado grande para sus pequeñas espaldas de niño. Porque en el libro es fácil olvidar que Ender, Bean y los demás no dejan de ser niños, por  muy superdotados que sean, y no adultos en miniatura, casi máquinas siguiendo una brutal instrucción que busca deshumanizarlos para ser, paradójicamente, la esperanza de la Humanidad.

A ver Wiggin... cuénteme otra vez eso de la objeción de conciencia...


Y gran parte de todo es culpa de los grandes ojos azules de Asa Butterfield, el que también fue Hugo en La invención de Hugo (que todavía no he visto). Este chico ha estado a punto de ser el nuevo Peter Parker después del bluf de Andrew Garfield, pero me parece que no le hará falta.

La película mejora al libro y al mismo tiempo le da otra dimensión, otra oportunidad podríamos decir. Si el libro es un seis, la película es un ocho, sin duda.

2 comentarios:

  1. Te leo todos y cada uno de los posts para acabar con una sonrisa o un aplauso imaginario la más de las veces...

    Pero ponerle un 6 a El Juego de Ender es imperdonable. Así falles los próximos 60 tiros en tus pachangas sabatinas.

    ResponderEliminar
  2. Hola Titán.

    Joé, parece que estabas ahí agazapado para saltarme a la yugular. ¡Qué quieres! No guardo buenos recuerdos del libro, pero la peli sí que me moló así que la media es un siete.

    Lo de los 60 tiros no lo verán tus ojos. Parece que pongo un tubo, como Nowitzki o Durant.

    P.D.: gracias por leer...

    ResponderEliminar