lunes, 14 de septiembre de 2020

Ballers (T1 a T5)

El fútbol americano es un deporte en alza en Europa en cuanto a número de espectadores, no creo que tanto en cuanto a número de practicantes. Un deporte que cuesta un poco de entender, con múltiples variantes tácticas, partidos que están divididos en cuatro cuartos de quince minutos cada uno, pero que debido a los continuos parones se van de largo más allá de las tres horas de duración. La gran final de la NFL, la Super Bowl, es uno de los acontecimientos televisivos más importantes del año, con miles de millones de espectadores y con la publicidad batiendo registros de cotización de los espacios publicitarios. 

 


 

Spencer Strasmore es un ex-jugador de fútbol americano que se gana la vida como representante de jugadores junto a su socio Joe, trabajo que es de todo menos sufrido: buenos trajes, coches de lujo, fiestas, chicas, alcohol... y analgésicos, por lo menos en el caso de Strasmore. Los años de competición, golpes y lesiones han pasado factura a su cuerpo y se ha vuelto adicto a las pastillas (como el doctor House, pero en grande). 

La vida de Spencer tiene altibajos, tanto laborales como sociales, con una crisis con su socio Joe de por medio. Pero él siempre tiene claro un objetivo: conseguir la propiedad de un equipo de la NFL y hacer algo por los jugadores, que son los que en realidad sufren las consecuencias de su actividad mientras que los propietarios se embolsan millones. 

 

Spenser y Joe
   

Ballers cuenta con cinco temporadas y 47 episodios de apenas media hora de duración. Ambientada en Miami (Strasmore fue un jugador destacado en los Dolphins de la ciudad), tiene un tono ligero, muchas veces de comedia. Una pléyade de personajes curiosos, muchos de ellos extravagantes, derrochadores, niños malcriados acostumbrados a tenerlo todo con solo chasquear los dedos. 

Es un vistazo a las bambalinas, no solo de la NFL, sino de las demás ligas profesionales en las que el dinero fluye como llovido del cielo mientras que a los jugadores les crecen los familiares y amigos, reales o imaginarios. 

 



Con una nota de 7,6 en imdb, no entiendo cómo solo ha durado cinco temporadas. La última, de apenas ocho capitulos, se ve lastrada por el objetivo de dar a toda la serie un final digno en apenas 240 minutos de metraje. Lo consigue, la verdad, pero quedan muchos hilos sueltos o, en el mejor de los casos, están hilvanados de forma provisional. 

A pesar de todo, es una serie que por la corta duración de los capítulos, es ideal para esos momentos muertos en los que no se sabe bien si merece la pena otra cosa. Seguro que después del primer capitulo caerá otro y puede que otro más, y en unos pocos días la serie entera. 

 

Serinda Swan


Dwayne Johnson está intentando salir de su rol habitual de héroe de acción y trabajos como Ballers o Jumanji hablan muy bien de su toma de decisiones. No va a ser un Gregory Peck o un James Stewart, ni siquiera un Tom Hanks o un Matt Damon, pero como agente de jugadores da el pego muy bien. 

En Ballers actúa también John David Washington, hijo de Denzel Washington y uno de los actores afroamericanos jóvenes en ascenso. En estas fechas se le puede ver en Tenet, lo nuevo de Christopher Nolan.


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