sábado, 14 de noviembre de 2020

Los sustitutos

En un futuro cercano, la Humanidad está prácticamente aislada en sus casas mientras viven sus vidas a través de unos robotos que manejan a distancia, de tal forma que pueden hacer todo lo que harían en la realidad. 

Las calles de las ciudades están repletas de cuerpos artificiales, los soldados luchan las guerras también de forma virtual, cambiando de cuerpo a cuerpo a medida que los enemigos los están abatiendo. Cuerpos de todas las formas, tipos y colores. Cuerpos que varían en la medida en que el propietario se gasta dinero en el básico y en los añadidos. Cuerpos muy sencillos, prácticamente inexpresivos, por unos pocos dólares, hasta sofisticados cuerpos destinados a la policía, con actividades atléticas mejoradas. 

 


Usted será todo lo que haya podido soñar, siempre y cuando se rasque el bolsillo lo necesario. Con la ventaja de que tendrá la seguridad de no sufrir lesiones, ni muerte violenta.

Las personas, en el interior de sus casas, viven enganchadas a estos cuerpos hasta el punto de tener una dependencia, más psicológica que física, una existencia gris lejos del colorido de la que viven a través de sus dobles. 

No obstante, no todo el mundo es así. Existen grupos de fundamentalistas que rechazan totalmente el uso de cuerpos huéspedes, viviendo en barrios marginales en los que la presencia de personas sintéticas está prohibida de facto, y en los que ni siquiera las autoridades tienen interés en entrar o actuar. 

Es en este mundo en el que vive el inspector Greer, que vive con su mujer Maggie, adicta a vivir su vida a distancia tras la traumática muerte de su hijo. Greer está atormentado por no haber podido proteger a su familia, y con un permanente dolor del estado en el que se encuentra su esposa, siempre encerrada en su habitación mientras trabaja y se relaciona con gente a distancia. 

 

Reseteo del sistema
 

Todo se vuelve del revés cuando se suceden diversas muertes de personas a través de una descarga transmitida por el vínculo con su sintético. Durante una persecución se interna en uno de los barrios de fundamentalistas, donde su sintético es destruido por la turba enfervorecida. Greer se verá obligado a vivir de nuevo la vida en primera persona, con el riesgo que eso conlleva en su profesión. 

No solo resolverá la investigación (con algún giro más o menos previsible), sino que volverá a descubrir lo bello que es vivir la vida en primera persona, sin intermediarios. Al final de todo, será toda la Humanidad la que descubrirá todo aquello que perdió por un afán de seguridad que hizo a las personas vivir con una muleta virtual. 

 

Es de palo

 

Como en las buenas historias de ciencia ficción, Los sustitutos tiene un claro mensaje de esperanza. La cosa es que cómo siendo una película de 2009 me ha pasado desapercibida hasta que la vi en una de las cadenas que emite Telecable. 

Entretenida y agradable de ver, tiene hoy una nota de 6,3 en imdb que se antoja un tanto escasa. 

Vedla. Pasaréis un buen rato. Y la cara de palo de Bruce Willis cuando interpreta al sintético, solo se diferencia de la cara de palo de Bruce Willis cuando interpreta al personaje real porque se le ven las arrugas y no tiene pelo....

Rejuvenecido


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