sábado, 9 de enero de 2021

Perfectos desconocidos

Álex de la Iglesia me tiene ganado desde que sé que es un aficionado a los juegos de rol. No solo eso, sino que prologa la espectacular última edición de Aquelarre, el faro del rol patrio. 

En cuanto a su filmografía, diré que no ha la he seguido demasiado. Creo que no he visto ninguna de sus películas completa. Ni Acción Mutante, que ahora estrena también adaptación a juego de rol, ni Ochocientas balas, ni La comunidad, ni.... bueno, El día de la bestia sí, pero como una miríada de españoles que descubrieron a Santiago Segura. 

 


 

No sé, salvando las distancias me pasa como con Tarentino. Me encanta cómo se va desplegando la historia y cómo se van presentando los personajes, pero de la mitad hacia el final resulta una ida de olla que a mí me resulta excesiva y tengo que dejar la película apartada. 

Eso no me pasó con Perfectos desconocidos. Me enganchó desde el principio hasta el final, con un inicio tan normal de un grupo de amigos que se reúnen para cenar en cada de una de las parejas, algo que ahora nos parece tan lejano y tan raro. 

El planteamiento es sencillo, mientras vemos cómo se van preparando y llegando a la casa, poco a poco, como pasa en todos los grupos de amigos. Siete, tres parejas y un desparejado, como en todos los grupos de amigos. 

 


 

Poco a poco, la cosa se va liando. Vamos intuyendo que no todo es tan transparente como parece, sino que esas relaciones tienen zarcillos que conectan a unos con otros en diferentes niveles. Y empieza la cena, con el habitual mirar a los móviles, mensajes, whatsapps y demás, así que alguien propone un juego: todos los móviles se ponen en el centro de la mesa y todos van a poder leer mensajes y escuchar las llamadas. 

Arriesgado. 

La cosa empieza más o menos suave, pero va a subir la tensión, escalón a escalón, hasta que todo estalla: mentiras, infidelidades extragrupales, infidelidades intragrupales, salidas del armario... la repanocha. 

Orgullo friki
 

Es todo tan natural, tan creíble, que solo me chirría el final. Esa luna que parece tener influencia sobre todo el mundo, sutil al principio y desatado al final, le da un toque mágico que para mi gusto sobraba. Hubiera preferido que acabara todo como iba encaminado, antes que el deus ex machina final.

Una película que transcurre en su totalidad en interiores, dos o tres nada más, requiere interpretaciones fuera de lo común. Y eso es lo que tenemos, con algunos de los actores y actrices más importantes del panorama patrio. Son ellos siete los que soportan todo el peso de la película y los que hacen la historia aún más entretenida. 

Perfectos desconocidos es una muestra de que aquí también se hace muy buen cine. Hoy en imdb tiene una puntuación de 6,9, un poco escasa para mi gusto.

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