domingo, 14 de marzo de 2021

El monasterio

Otra de las aportaciones del Círculo de lectores a mi biblioteca fue El monasterio, de Luis Zueco. Lo compré, en primer lugar, por la temática. Pero el hecho de que el autor sea natural de la localidad zaragozana de Borja, también tuvo mucho que ver. De ese mismo Borja es natural un compañero de trabajo  uno de mis mejores amigos, así que tenía que commprobar por mí mismo qué puede dar de bueno ese sitio además del Ecce homo

El monasterio es una novela histórica, en tanto en cuanto está ambientada en un marcho geográfico y temporal y reproduce aspectos de la vida en ese lugar y en ese momento. En este caso, un monasterio medieval situado en Aragón, en un momento clave de la andadura histórica de ese reino que fue constituyente fundamental de lo que hoy llamamos España. 

 



El monasterio de Veruela, en el Moncayo, ha sido testigo de múltiples juegos políticos. En su cripta se encuentra el cuerpo de un miembro de la familia real y que ahora es reclamado para ser enterrado en el mausoleo que alberga los cuerpos de reyes y príncipes. 

Hasta ese monasterio se dirige el joven Bizén, ayudante del notario real, pero antes de llegar al lugar, la comitiva tiene un mal encuentro del que es el único superviviente. Temiendo por su vida, toma la identidad del notario y, conocedor de la misión de su superior, intenta continuar con ella. 

El abad del monasterio y la comunidad no van a ser demasiado receptivos a los requerimientos reales. La pérdida de los restos se convertirá en una pérdida de influencia en el tablero político del reino, y no desean que eso ocurra así que demoran su respuesta y la entrega del cuerpo.

Mientras tanto, todo se complica cuando una serie de asesinatos ocurren en el monasterio. El joven Bizén será encargado por el abad de resolver la cuestión y encontrar al culpable. Poco a poco le acompañaremos en su tarea, descubriendo personajes, lugares y acontecimientos que irán desgranando la historia.

 

El autor, entre piedras


Es inevitable durante su lectura recordar El nombre de la rosa, de Umberto Eco. O, más bien, lo que sería una vez liberado de los fragmentos más pesados y sesudos, que poco o nada aportan a la trama, y dejándolo en su esqueleto más básico y ameno. 

No se trata de una copia. El monasterio tiene una identidad propia, una historia que incluye un misterio interesante, alguna que otra vuelta de guión sorprendente y unos personajes que son algo más que un mero arquetipo. Por supuesto, tiene carencias como una cierta ingenuidad y algún pequeño artificio para avanzar la historia, pero son perdonables. 

Una lectura amena que hace pasar un buen rato, para un bien alto, con perspectiva positiva a la hora de leer alguna obra más del autor.

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