domingo, 7 de marzo de 2021

La guerra de la Reina Araña

Drizzt Do´Urden fue un personaje rompedor en la franquicia de los Reinos Olvidados, que además es uno de los mundos de juego más populares de Dungenos & Dragons. Su particularidad es que a pesar de pertenecer a la raza de los drow, que reinan sin piedad en la Infraoscuridad, su concepto de la ética y la moral difiere mucho del resto de sus congéneres. 

Gracias a este personaje, que lucha continuamente por superar los prejuicios que le supone su raza, ha habido entre los jugadores de rol más talluditos, una especie de fiebre por los personajes drow, incomprendidos, de alineamiento bueno y con preferencia por luchar con dos espadas. 

 

Desintegración, de Richard Lee Byers

 

En el campo de la literatura, además de la saga del propio Drizzt que todavía da muy bien de comer a su autor R.A. Salvatore, ha habido también otras obritas que en un alarde de ironía han desarrolado una suerte de drowxploitation

Una de estas series es La guerra de la Reina Araña, compuesta por seis títulos de diferentes autores (los cuales, he de reconocer, solo conocen en su casa a la hora de comer). 

 

Insurrección, de Thomas Reid


Esta serie desarrolla ese universo propio que es la Infraoscuridad, con una estrella refulgente en la metrópolis drow de Menzoberranzan. El concepto es revolucionario: una sociedad tan rígida como la drow, matriarcal y con un concepto de la valía bastante peculiar, se ve totalmente vuelta patas arriba cuando su diosa Lloth ha dejado de escuchar las oraciones de sus sacerdotisas que, en consecuencia, no pueden renovar sus conjuros sacerdotales. 

De repente las hembras drow, acostumbradas a estar por encima de los varones y considerarlos poco menos que peones en sus planes egoístas, se ven indefensas ante ellos, dependientes de los pergaminos y objetos mágicos que cada una de sus Casas atesore y esperando que los varones mantengan la disciplina que durante siglos  se les ha inculcado a base de miedo a las hembras y su diosa. 

 

Condenación, de Richard Baker

 

La matrona de la casa Baenre, primera casa de Menzoberranzan, decide enviar a un grupo de peones en busca de respuestas, primero a otras ciudades drow, luego al propio plano de residencia de Lloth, con la misión de contactar con la diosa y recuperar los poderes que otorga a sus fieles. 

El grupo formado es bastante heterogéneo, encabezado por su propia hija y suma sacerdotisa de Lloth, protegida por su hijo, un draegloth (mestizo de drow y demonio) que goza de la destrucción y el desmembramiento. Les acompañará un guía mercenario de Bregan D´Aerthe, un mago de Sorcere y un maestro de armas de Melee Magthere. Por el camino se unirá una hembra drow perteneciente a una casa destruida y acompañada por su esclava de guerra. 


Extincion, de Lisa Smedman
 

La serie adolece de los defectos típicos de este tipo de sagas que pertenecen a una franquicia: literatura para consumo rápido en la que lo formal y la calidad pasan a un segundo plano en beneficio de la historia y el entretenimiento. Normalmente también los personajes son secundarios, poco menos que arquetipos, pero en La guerra de la Reina Araña esto no sucede así, sino que los autores intentan que se desarrollen con los acontecimientos, si bien este desarrollo es desigual y bastante insatisfactorio en la mayoría de los casos.

Se añade además el hándicap de que cada libro está escrito por un autor diferente. El resultado es una colección bastante desigual en cuanto a calidad y fluidez, y que en alguna ocasión se pierde el foco de la historia mayor en beneficio de detalles que poco aportan. 

 

Aniquilación, de Philip Athas

 

El final, pretendidamente épico, transcurre más bien plano hasta un giro final más bien pretencioso, efectista más que efectivo, que cierra la serie de una forma acorde con el resto de la historia. 

La guerra de la Reina Araña es café para los muy cafeteros, recomendable para quienes lean este tipo de obras sin prejuicios y dispuestos a aceptar lo que ofrecen con más oficio que arte: entretenimiento, lugares exóticos, personajes típicos de las partidas de rol, efectos recocibles en objetos mágicos, conjuros o actitudes... Es hoy lo que la literatura pulp de los años veinte y treinta del siglo pasado, salvando las distancias: literatura de escape. 

Y todo ello en seis volúmenes manejables de unas trescientas cincuenta páginas cada uno, lo que ayuda a que se puedan terminar sin desagrado Otra de las virtudes de estas franquicias: la brevedad.

 

Resurrección, de Paul Kemp

 

A mí no me desagradó, me entretuvo y me sirvió de puente entre diversas lecturas, pero evidentemente no la recordaré como una gran obra. Aunque también es evidente que las he leído peores.

2 comentarios:

  1. Oh, no conocía estos libros. Los pongo en la lista de pendientes. Seguro que me gustan porque no soy muy exigente con este tipo de obras.

    ResponderEliminar