domingo, 22 de diciembre de 2024

Whiplash

Andrew es un muchacho aficionado a la música jazz que toca la batería y que se incorpora a un conservatorio bastante controvertido, pero que promete progresar y un puesto futuro en alguna banda profesional con la que ganarse la vida con la música.

Fletcher es el prestigioso director de la banda del conservatorio, con la que participa cada año en el concurso de bandas de jazz y que suele ganar. Una institución y leyenda viva que dice a Andrew que con él progresará más allá de lo que puede imaginar. 


La realidad es que Fletcher es un verdadero hijo de puta con pintas que maneja con mano de hierro los hilos de de la orquesta sin dejar que se mueva nada sin que él lo sepa o, peor, lo motive. Su única forma de conducir el grupo es a través de la presión continua, hasta la humillación de los jóvenes que tienen la desgracia de pertenecer a la banda.

Para Fletcher solo sirve la perfección. Su perfección.

En realidad se trata de una compleja relación de amor y odio. Fletcher es insoportable para la mayoría, pero todos saben que unos años en su banda les dará lustre en el curriculum. Obedecer en silencio y soportar las vejaciones continuas evitará, además, que el director psicópata se vengue haciendo que el susodicho pierda la esperanza de volver a tocar en la ciudad de forma organizada. 

 

Presión desmesurada

Andrew soportará todo, más allá de cualquier límite tanto psicológico como físico (esas manos ensangrentadas mientras intenta tocar en el tempo correcto), hasta que acaba denunciando a Fletcher ante un comité. La venganza del director, un tiempo después, será tan sutil como cruel hasta que la música los une de una forma totalmente inesperada.

Whiplash es un peliculón, no tanto desde la historia, que no da para mucho más, sino por los personajes y su desarrollo. Vale, Miles Teller (Andrew) era un joven actor de 27 años bastante limitado cuando se estrenó la película en 2014 (hoy en día es un no tan joven actor bastante limitado) que poco más puede hacer que poner cara de palo y gestos de esfuerzo cuando toca la batería. Un año después se estrellaría como Reed Richards en la última versión de Los cuatro fantásticos (no se podía saber) y todavía más tarde sería el elegido para interpretar al hijo de Goose en Top gun: Maverick.

 

Presión continua

J.K. Simmons, al que vimos como J.J. Jameson en las películas de Sam Raimi de Spider-man construye un personaje soberbio y odioso al mismo tiempo en una de las mejores interpretaciones que he visto en mucho tiempo. Básicamente, su personaje de Fletcher es el 80% de la película y de su éxito. Simplemente espectacular.

Merece la pena ver la película que, por si fuera poco, dura poco más de una hora y tres cuartos, siendo ideal para ocupar una tarde cualquiera de fin de semana en invierno. Además sale una joven Melissa Benoist, Supergirl. 

 


 

El director y guionista es un también joven Damien Chazelle, que hizo primero un corto y luego esto. En 2016 haría lo mismo con La La Land (sobrevalorada) y en 2022 con Babylon (que todavía no he podido ver).

Whiplash es la mejor de las tres y cotiza hoy a un más que merecido 8,5 en imdb. Poco más se puede decir.


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