sábado, 14 de diciembre de 2019

Honor y miseria en la historia de España

A veces, solo a veces, me dan envidia los ingleses, los franceses y los estadounidenses. De cualquier cosa sacan una película, se vienen arriba y venden la moto. Y nosotros, con una Historia al menos tan rica como los otros, estamos acomplejados porque tenemos miedo de que se nos tache de tal y de pascual. 

Es también parte de nuestra Historia y no confío en que se nos quite el complejo de encima a pesar de que poco a poco se vayan haciendo películas que narran episodios que son un reflejo de siglos y siglos: honor y miseria. 

1898 Los últimos de Filipinas

La película narra la historia de los últimos de Filipinas, los héroes de Baler, el grupo de españoles que permaneció luchando más allá de la derrota, asediados por los rebeldes, haciendo frente a las enfermedades. 


El contexto es la guerra contra Estados Unidos que puso fin a un Imperio de cuatro siglos. Se perdieron Cuba, Puerto Rico, Filipinas y un rosario de islas del Pacífico, bien por conquista o bien por venta (como las Marianas, vendidas al Imperio Alemán). El Océano Pacífico, que una vez fuera un lago español, dejaba de tener territorios de soberanía patria. 

Con el agua a la cintura y la bandera ondeando

En la iglesia de Baler se atrincheraron unas decenas de hombres, oficiales de carrera y soldados de reemplazo, con ese típico uniforme a rayas de finales del siglo XIX. Incomunicados del exterior, continuaron resistiendo a pesar de la rendición de las tropas españolas. Meses después, no sin grandes dudas y temiendo ser engañados para abandonar la lucha, depusieron las armas. No fueron derrotados. 

Los de verdad

La película narra con verosimilitud los hechos, llegando a transmitir las tremendas penurias que aquellos hombres que acabaron casi embrutecidos tras meses de lucha. Se apoya en un gran elenco de actores que encabezan Luis Tosar (y sus patillas), Karra Elejalde, Javier Gutiérrez y Carlos Hipólito (la eterna voz de Carlitos el de Cuéntame). 

Recomendable. Acomplejados abstenerse. 

Oro

A diferencia de la anterior, Oro no está basado en un hecho histórico concreto sino en un vasto marco histórico - geográfico como es el descubrimiento y conquista de un Nuevo Mundo a manos de un puñado de españoles en busca de gloria y, sobre todo, oro. 

Dirigida por Agustín Díaz Yanes (también director de la decepcionante Alatriste) es la adaptación de un relato de Arturo Pérez-Reverte y está repleto de tópicos más o menos típicos, como la rivalidad entre las diferentes nacionalidades que componían aquella Monarquía Hispánica o el cura que disfrutaba castigando y amenazando con el fuego eterno del infierno. 

Sucios, pero orgullosos

También cuenta con un elenco más que solvente, encabezado por José Coronado (quién iba a pensar en sus inicios que se convertiría en un actor serio y sólido), Óscar Jaenada (hoy protagonista de un biopic de Hernán Cortés) o Raúl Arévalo. 

Refleja con verosimilitud las penurias de aquellos caminantes a través de casi impenetrables junglas, tan distintas de lo que estaban acostumbrados en sus pueblos y aldeas, siempre al borde de enfermar o ser envenenados por las flechas de las tribus indias. 

Predicando el temor a Dios

Ese grupo de españoles buscan una quimera que piensan les hará ricos, mas pronto su gesta se convertirá en una odisea que naufragará en medio de oleadas de ira y traiciones debidas a agravios más o menos imaginarios y a la lujuria más o menos esquiva. 

Honor ante todo

El final de la película, con esa imagen de lo que debe ser el Océano Pacífico, sirve para cerrar el círculo con 1898... 

También recomendable, sobre todo para aficionados de Pérez Reverte y Alatriste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario