domingo, 20 de octubre de 2024

El peor vecino del mundo

Tom Hanks ha participado en un buen puñado de películas, en todos los géneros que uno se pueda imaginar, hasta el punto en que a mi me recuerda de forma poderosa al gran James Stewart. Ahora, frisando los setenta, todavía es capaz de llenar la pantalla con los personajes más variopintos, además de influenciar en la industria como nadie desde su faceta de productor.

El peor vecino del mundo es la historia de Otto, un hombre en el otoño de su vida, que acaba de jubilarse y entrar en una nueva etapa. Bastante corta, parece, porque su primera intención es quitarse la vida para reunirse con su mujer, el amor de su vida, fallecida unos meses antes de cáncer.

Otto lo hace todo según su mentalidad ordenada y metódica, sin dejar nada al azar. Anula los contratos de la luz y del teléfono y ordena y limpia su casa para que esté en perfecto estado de revista cuando encuentren su cuerpo. Pero ese intento de suicidio falla (y algún otro posterior), lo que nos dará la oportunidad de aprender algo más de su vida.

Con Otto como hilo conductor, veremos al resto de habitantes de ese microuniverso que resulta ser la urbanización en la que vive. Conoceremos a sus mejores amigos Reuben y Anita, con los que mantuvo una relación casi familiar hasta que Reuben decidió comprar un Toyota muchos años atrás, unad decisión que Otto, férreo defensor de los coches norteamericanos en general y de los ford en general, fue incapaz de perdonarle.

Prefiero el título original

También veremos al joven Malcolm, el repartidor de periódicos que resulta ser un chico trans al que la mujer de Otto impartió clase y respetó su decisión desde el principio, o Barbl, la influencer que grabó a Otto rescantado a una persona que cayó en las vías del tren.

Pero será la irrupción de Marisol, un terremoto de mujer hispanoamericana que se acaba de mudar a la casa de enfrente con su marido, sus hijas y su avanzado estado de gestación, quien más nos enseñará cómo es en realidad ese viejo gruñón que ha construido una fachada áspera y ruda para ocultar su bonhomía y la calidez de su corazón. Ese corazón enfermo que le impidió su sueño de alistarse en el ejército y que acabará terminado con su vida justo en el momento en que todo volvía otra vez a cobrar sentido.

 

Un vecindario peculiar

 

Alternaremos las vivencias actuales con los recuerdos de su juventud, desde el momento en que conoció a su mujer, su primera cita o el accidente que cambió sus vidas. Y completaremos la historia de su vida con las conversaciones con sus vecinos, hasta tener un dibujo completo.

La historia es entrañable, pero no de forma artificial, sino siguiendo el ejemplo de Otto, de forma ordenada y racional. El desenlace es el esperado y quizá solo el momento es el que no encaja. La enseñanza puede ser la importancia de mantenerse fiel a sus principios y ser una buena persona. Para eso, no hace falta ser simpático. 

 

Marisol, el opuesto de Otto

Tampoco se trata de una película navideña, aunque es inevitable hacer bastantes paralelismos entre Otto y Scrooge. Pero su mensaje la hace perfecta para ver en esas fechas.

Sin ser una obra maestra, la película se ve con agrado incluso la segunda vez. Hace poco la pusieron en televisión, volví a verla y disfruté como la primera vez. En imdb tiene un bastante digno 7,5.

En otra ocasión tendríamos que hablar de cómo el título original A man called Otto se acaba convirtiendo en El peor vecino del mundo (o Un vecino gruñón, depende de en qué hemisferio vivas)


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