domingo, 2 de marzo de 2025

Dark

Dark es una de esas series inclasificables que de vez en cuando aparecen en el panorama televisivo. No se puede negar que la propuesta de los creadores alemanes de la serie es rompedora y original, pero no es menos cierto que tampoco es adecuada para todo tipo de públicos.

No estamos ante una serie amigable con el espectador sino todo lo contrario. Dark es una serie que exige mucho esfuerzo, lo que no suele ser habitual enestos tiempos en los que el entretenimiento debe ser inmediato y fácil, porque el público tiene las neuronas justas para comer y ver la tele al mismo tiempo. 

Este cartel ya es historia


Ya iba avisado de que la serie era complicada de narices y, aunque no quise ver demasiada información antes de empezar el visionado para intentar disfrutar al máximo de la experiencia, tenía la idea de que los viajes en el tiempo iban a ser una variable muy importante en la ecuación.

Los primeros capítulos fueron muy interesantes de ver: una desaparición de un niño en un pueblo de Alemania parece ser la excusa para desgranar las relaciones interpersonales, muchas de ellas ocultas, de los habitantes del pueblo. Hasta aquí nada que no se haya tratado ya hasta la saciedad en otras muchas series.

La novedad de Dark es tratar esos temas incluyendo un factor sobrenatural: los hechos de hoy están relacionados con otros hechos que fueron sucediendo en saltos temporales de treinta y tantos años, tanto hacia el pasado como hacia el futuro, en un ciclo sin aparente fin. 

 

Una foto que dice más de lo que aparenta

Así, los personajes saltan de la década de los 2010 a los años ochenta, los cincuenta y los veinte del siglo pasado y también en la futura década de 2050. El nexo de unión entre ambos es una central nuclear y una cueva que hace de “puente” entre las eras, dependiendo del sentido en el que se cruce.

Digo que la serie no es nada amigable para el espectador porque no hay textos de apoyo. Si no estamos atentos, no sabremos en qué época estamos hasta que no estemos familiarizados con unos personajes que vamos a ver en distintas épocas de su vida. Eso obliga a mantener una atención constante, para no perdernos nada. Y no siempre se consigue.

No he sacado mucho en claro, más allá de que el joven Jonas (no tan joven dependiendo del momento en que nos lo encontremos, porque las personas envejecen de forma normal cuando se quedan en una época que no es la suya) pretende romper el ciclo infinito y la interrelación entre épocas, mientras que una especie de “sociedad secreta” liderada por un anciano decrépito busca mantener el statu quo por motivos que no pude discernir. 

 

Así se van quedando las caras con semejante fumada

 

La trama está intercalada con verborrea pseudocientífica y la construcción de una máquina que abre un puente de gusano que reproduce el fenómeno que se da en la cueva de forma aparentemente natural. Una máquina que uno de los protagonistas encarga a un relojero de los años cincuenta, que necesita el aporte de material “del futuro” porque en su época no existela tecnología necesaria para darle vida.

Sin embargo, todavía hoy me pregunto cómo algunos de los personajes que se cruzan en épocas anteriores con otros personajes que vienen de épocas futuras respecto a la suya, en apariencia no guardan recuerdo alguno de sus visitantes aún en el caso de que hayan sido agredidos con basante violencia.

No estoy en condiciones de plantear ningún sesudo análisis de la serie como he visto en la red, ni he tenido ocasión de escuchar las más de doce horas de audio que tiene dedicadas en La órbita de Endor, pero tengo la incómoda sensación de que me he perdido mucho y apenas he podido arañar la superficie de la trama.

Sale ella...

Me recuerda con intensidad a The leftovers y, como me sucedió en esa ocasión, hubo un momento indeterminado hacia la mitad de la serie en la que decidí verla con el piloto automático puesto y e móvil en la mano. Fue en ese momento en el que vendí mi alma al diablo y abandoné toda esperanza de entender la serie, a pesar de lo cual la vi completa, sus tres temporadas y veintiséis episodios.

En imdb tiene un impresionante 8,7, pero como ya se habrá podido deducir, no estoy en posición de darle una nota tan alta. Sí lo estoy en cuanto a sugerirla para visionado, advirtiendo eso sí de todo lo que he estado desgranando en estos párrafos, porque sin duda estamos ante una serie que es historia de la televisión y de la que se hablará todavía dentro de muchos años, al estilo de Lost.

Así que, incauto lector, si decides ponerte delante del televisor, te recomiendo que uses una libreta y un lápiz para ir tomando notas. Quizá así llegues un paso más allá de lo que yo fui capaz de llegar. Y, si es así, pasa y explícamelo mientras tomamos un chupito de Jäger.



No hay comentarios:

Publicar un comentario