domingo, 31 de mayo de 2020

Borg y McEnroe

Uno de mis recuerdos de niño es ver en la televisión la final de Wimbledon que enfrentó a Björn Borg con el joven e irreverente John McEnroe. 

1981. El año del Golpe. Yo tenía casi ocho años y había acabado segundo de EGB. Estábamos de vacaciones de verano. No recuerdo si ya teníamos la tele grande a color, una Vanguard que duró una pila de años, o si todavía teníamos la tele pequeña en blanco y negro, una Elbe que duró otra pila de años y que luego de jubilarse nos acompañó a mi hermano y a mí durante aquellas tardes interminables de juegos de ZX Spectrum +.



Lo que sí me acuerdo es estar sentado en el suelo, como estaba el 90% de mi tiempo, con los clicks de playmobil, mientras en la pantalla se enfrentaban dos colosos. Y también me acuerdo de que por aquel entonces el tenis era un deporte fascinante para mí, sobre todo porque no acababa de entender el método de puntuación y porque era imposible saber cuánto iba a durar un partido. Eso era, probablemente, lo que peor llevaba: te sentabas delante del televisor, esperando que echaran tu serie favorita de dibujos animados, y te encontrabas a un par de tíos (o tías, que también vi a Martina Navratilova y a Chris Evert) pegando golpes a una pelota con una raqueta, como si no hubiera mañana, y sin límite de tiempo. Pasaban los minutos, luego las horas y al final te quedabas sin dibujos animados. 


Cuando compras por internet

Es evidente que en aquel momento no fui consciente del momento histórico que estaba viviendo. La derrota de Björn Borg, aún en la plenitud de su carrera, el dominador del tenis mundial, fue más allá de lo esperado, hasta el punto de poner fin a su carrera cuando todavía estaba lejos de cumplir los treinta años. 

La película Björn vs McEnroe narra principalmente ese torneo y esa final, pero también nos da pinceladas de cómo era cada uno de los protagonistas y cómo eran tan diferentes como el agua y el aceite. 

Lo mejor de la película es el impresionante parecido físico de los actores con los protagonistas reales. Lo de Shia LaBeouf está bien, pero es que el actor Sverrir Gudnason es tremendo. Parece que estamos ante el Björn Borg de hace casi cuarenta años. 

Cuando te llega a casa

 Lo peor de la película, prácticamente todo lo demás. Vamos, que me ha gustado más bien poco. Incluso algunas fases las pasé aceleradas porque no me estaba diciendo nada. Tiene un 6,9 en imdb y me parece demasiado. 

Bastante peor que Rush (sí, la de Nikki Lauda y James Hunt), que hoy tiene 8,1 en imdb, mejor historia y mejores actores.

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